habilitar su arribo desde aspectos más concretos y significativos, resultan bien de presentar situaciones
problemas, de analizar información acerca de los que implica trabajo directo con el contenido. Se consideran
presente los siguientes indicadores de idoneidad didáctica, según lo expuesto en Tabla 1: a) se presenta una
muestra representativa y articulada de situaciones y contextualizaciones; b) se proponen situaciones de
generación de problema (problematización); f) las explicaciones son adecuadas al nivel educativo – al menos
esperable; h) los objetos (contenidos biológicos) se relacionan y conectan entre sí; y n) se usan materiales
manipulativos y tecnológicos que permiten introducir situaciones, lenguajes, procedimientos,
argumentaciones adaptadas al contenido.
Sin embargo, se evidencia la ausencia de algunos indicadores como por ejemplo los de reglamentación, este
hecho relacionado con el tratamiento de propuestas que se problematizan desde la observación directa de
una muestra (órgano) o bien desde su descripción conceptual, la lectura de un texto o la visualización de una
imagen o un vídeo. La no inferencia respecto de estos indicadores de idoneidad se encuentra relacionada a
que las vinculaciones docentes – estudiantes supone el empleo de argumentos, recursos retóricos y una
presentación adecuada de parte del docente, pero no se describe explícitamente. En general, estas estrategias
de trabajo que habilitan complejizar saberes de manera progresiva, profundizar contenidos y promover
actitudes para el pensamiento crítico y reflexivo mediante la problematización, no es más que la aspiración de
una búsqueda minuciosa dentro del DC.
En virtud de esto cabe preguntarse ¿Para qué enseñar ciencias naturales en la escuela secundaria? en este
sentido un estudiante habla y escribe adquiriendo un lenguaje, desarrolla un razonamiento con mayor
abstracción y complejiza su mirada sobre el mundo natural, “en cada una de estas clases se enseña un
contenido y se alfabetiza científicamente mientras se habla, se escucha, se lee y se escribe” (Massa, 2020).
Una clase de ciencias naturales centrada en competencias científicas promueve en las y los estudiantes la
posibilidad de diálogos y reflexiones que generan la utilización del lenguaje específico.
De esta manera queda expuesta la perspectiva frente al DC, es entusiasta pensar que un profesorado capaz
de moldear, conversar y discutir con este diseño se posiciona en un rol de facilitador en la enseñanza y
enriquece desde aquí el proceso de aprendizaje de sus estudiantes.
3.2 Los NIC, aprender resolviendo problemas
Los NIC se destacan por ser una propuesta entre disciplinas que integra contenidos de espacios curriculares
específicos con otras áreas del DC, acercando un enfoque con características propias; selecciona contenidos
problematizados de una unidad curricular y plantea resolverlos desde diferentes áreas como propuesta de
trabajo, pero principalmente como respuesta a problemáticas sociales que necesitan ser incorporadas como
enseñanza en los contextos escolares. Morelli (2016) plantea la premisa de una educación con territorialidad,
que contemple diversos saberes, acontecimientos y características propios del lugar, proponiendo como
herramienta fundamental trabajar con tres pilares:
Entender el curriculum como un proyecto integrado se considera fundamental porque permite vincular los
diferentes espacios mediante un trabajo colaborativo y conjunto entre los docentes de las distintas áreas,
habilitando acuerdos para que los proyectos curriculares institucionales se fundamenten desde las ciencias
sociales y las ciencias naturales, basado en una perspectiva integral.