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Volumen I - Número 1 Febrero/Julio 2022
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Algunas reflexiones sobre la enseñanza de la Química… y más
Silvia Porro
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ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3515-1856
Porro, S. (2022) Algunas reflexiones sobre la enseñanza de la Química y más. Nuevas Perspectivas. I(1) Pp. 1-
23
Resumen: En este ensayo realizo algunas reflexiones acerca de la enseñanza de la química y de las
ciencias naturales en la actualidad. Para ello me baso en los objetivos de esa enseñanza según los
diferentes niveles educativos y el estudiantado a quien va dirigida. Resalto la importancia de formar
profesionales y ciudadanía en general capaces de tomar decisiones que impliquen un pensamiento
crítico basado en sus conocimientos científico-tecnológicos. Además, expreso la necesidad de
abandonar la enseñanza tradicional que se basa en el mero aprendizaje de conceptos aportados por
el docente y los libros de texto, en un estudiantado pasivo y en evaluaciones con preguntas de
respuestas cerradas. Para lograr el cambio creo indispensable modificar la formación docente inicial y
continua, que debe implicar formación interdisciplinar, conocimiento de la Naturaleza de la Ciencia e
incorporación de Tecnologías de la Información y la Comunicación. Considero que tanto la Química
como las demás Ciencias Naturales deben enseñarse basándose en enfoques en contexto, llámense
CTS, CTSA, STEM, STEAM, uso de cuestiones sociocientíficas, etc. Lo importante es que el estudiantado
participe activamente de su aprendizaje, cosa que se logrará solo si en el aula se presentan temas
significativos para su vida cotidiana: su entorno familiar o social, el mundo que los rodea, algo que les
interese o conmueva. Los conceptos químicos a enseñar siguen siendo los mismos, pero el
estudiantado y los recursos de los que disponemos han cambiado. Conclusión: no podemos seguir
enseñando como lo hacíamos años atrás.
Palabras Clave: Formación profesorado. Enseñanza en contexto. Aprendizaje activo.
Abstract: In this essay I make some reflections about the teaching of chemistry and natural sciences
today. For this, I base my essay on the objectives of this teaching, according to different educational
levels and students to whom each teaching is addressed. I emphasize the importance of training
professionals and citizens in general, to be capable of making decisions that involve critical thinking
based on their scientific-technological knowledge. In addition, I express that is necessary to abandon
traditional teaching, that is based on the mere learning of concepts provided by teachers and
textbooks, in a passive students and in evaluations with closed-ended questions. To achieve change, I
believe it is essential to modify initial and continuing teacher training, which must involve
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Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnologia (Universidad Nacional de Quilmes)
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interdisciplinary training, knowledge of the Nature of Science and the incorporation of Information
and Communication Technologies. I believe that both Chemistry and the other Natural Sciences should
be taught based on approaches in context, call them STS, STSA, STEM, STEAM, use of socio-scientific
questions, etc. The important thing is that students actively participate in their learning, which will
only be achieved if the topics presented to them in the classroom have real meaning for their daily
lives: their family or social environment, the world around them, something that interest or move.
The chemical concepts to be taught remain the same, but the students and the resources available
have changed. Conclusion: we cannot continue teaching as we did years ago.
Keywords: Teacher training. Teaching in context. Active learning.
Introducción
Alerto a quienes tienen intenciones de leer mi ensayo que, si bien recurriré a las características de un
texto académico, mi intención es ir siguiendo las reflexiones que me vayan surgiendo y, tal vez, mi
lenguaje y mi redacción no sean tan acordes a lo que se suele esperar en una revista científica.
Comenzaré refiriéndome a los dos episodios que llamaron mi atención en el último mes y que sirvieron
de base para algunas de mis reflexiones: uno sucedido en un evento estrictamente académico, el otro
en el ámbito familiar, si bien relacionado con mi desempeño como docente.
El primer episodio tuvo lugar en la defensa de tesis doctoral de uno de mis becarios. Una vez finalizada
la exposición oral del doctorando, en la instancia de comentarios y preguntas del jurado, uno de sus
integrantes expresó que: “CTS atrasa”. Y yo que había estado durante casi todo el año pasado
contratada por una universidad extranjera para asesorarla acerca de un nuevo plan de estudios para
su Licenciatura en Docencia de la Química, y me había basado precisamente en el enfoque CTS, quedé
en estado de shock. Pero esos llamados de atención son necesarios, para reflexionar acerca de
nuestras convicciones.
El segundo episodio transcurrió en la casa de una de mis hermanas, que me había pedido que le
explicara Química a mi sobrina, quien tiene 15 años y cursa la escuela secundaria en un instituto
privado del Gran Buenos Aires. Y ahí me encontré con un temario que incluía composición del átomo,
partículas subatómicas, isótopos, isóbaros, configuración electrónica, configuración electrónica
externa, átomo de Bohr y tabla periódica. A partir de esto haré mis reflexiones relacionadas con la
enseñanza en la escuela secundaria y la formación del profesorado.
¿Para qué enseñamos Química?
Escribo este artículo pensando en que las personas que lo leerán serán en su mayoría colegas que
dedican la mayor parte de su tiempo a enseñar Química y a investigar en Didáctica de las Ciencias
Naturales, Experimentales o como las quieran llamar. También pienso (¿luego existo?) que este
artículo va a aparecer en el primer número de una revista llamada Nuevas Perspectivas y que entonces
tendré que decir algo acerca de las viejas perspectivas y reflexionar acerca del pasado, del presente y
de lo que creo que debería ser el futuro, así que me pareció que la pregunta inicial tiene que ser: ¿para
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qué enseñamos lo que enseñamos? De ello derivarán entonces las otras preguntas: ¿qué tenemos que
enseñar?, ¿cómo tenemos que enseñarlo?
Antes que nada quiero aclarar que me parece sumamente importante que desde el nivel inicial el
profesorado esté preparado para enseñar Ciencias Naturales (en ese nivel los conceptos químicos
están incluidos en ese título). Es muy gratificante para mí, que siempre enseñé Química a nivel
universitario, poder estar a cargo desde hace unos años de la materia Didáctica de las Ciencias
Naturales en la Licenciatura en Educación de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), que al ser
una materia optativa es cursada prevalentemente por docentes de nivel inicial y primario que están
realizando el Ciclo de Complementación para perfeccionarse y obtener el título correspondiente a la
Licenciatura. Dicho esto, quiero aclarar que en este artículo no analizaré en profundidad a los niveles
educativos de la escuela inicial o primaria, aunque haré referencia a lo que opinan algunas personas
especialistas al respecto; algunas de mis reflexiones se referirán al nivel universitario pero,
principalmente, me concentraré en la escuela secundaria y la formación del profesorado, que es lo
que más me preocupa.
Con respecto al nivel inicial, coincido con Rocha y col. (2013) que es necesaria una formación continua
que permita la actualización, científica y didáctica, y que implique una revisión de la propia práctica.
En mi experiencia con docentes del nivel inicial, se nota que hay mucha necesidad de reforzar
conceptos básicos, especialmente por la escasa formación que este profesorado posee para el
desarrollo de actividades experimentales sobre contenidos de Química (Bertelle y col. 2018).
En cuanto a la escuela primaria, está claro que alcanzar la alfabetización científica sigue siendo un
desafío. Esto implica enseñar ciencias naturales de tal forma que los niños y las niñas adquieran los
saberes necesarios para comprender los fenómenos con modelos explicativos de la ciencia escolar,
para entender la ciencia como una empresa humana, de construcción histórica y social. Para enseñar
ciencias naturales (incluyendo química) en el nivel primario pueden utilizarse la modelización, la
indagación y la contextualización (Caamaño, 2011). Como ya dije, no voy a profundizar en este nivel,
pero hace unas semanas terminé de leer un libro que escribió una persona nonagenaria, que ejerció
su actividad durante s de 40 años en la escuela primaria; entre otros temas ella cuenta su
experiencia en escuelas rurales multigrado, que me pareció interesantísimo porque exige trabajo
colaborativo del estudiantado y estrategias docentes que implican interdisciplinariedad (Baroni de
Peredo, 2022). Esta lectura me llevó a preguntarme si esta problemática ha sido investigada y cómo,
y entonces me encontré con que en la Argentina los relevamientos oficiales muestran elevada
presencia de escuelas rurales, donde la labor docente es muy compleja (Galfrascoli y col., 2017). Me
resultó muy interesante la investigación realizada por Galfrascoli y Veglia (2021) que construyeron
secuencias de actividades para la enseñanza de las Ciencias Naturales en escuelas rurales que adoptan
el plurigrado como dispositivo pedagógico-didáctico. El autor y la autora decidieron tomar el eje “los
materiales y sus cambios” (evidentemente implica conocimientos de Química) porque se presentaba
especialmente complejo para docentes rurales, y su abordaje en el currículo real es menos frecuente
que el de otros grandes ejes que guían la enseñanza y el aprendizaje y que se explicitan en los
documentos curriculares oficiales (Veglia y col., 2014 citado en Galfrascoli y Veglia, 2021). Esto
coincide con lo que suelen decirme las docentes (lo pongo en femenino porque han sido todas
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mujeres) que se desempeñan en la escuela primaria: prefieren elegir contenidos de Biología en lugar
de Química, porque no se sienten seguras de poder afrontar estos últimos. Y dicho esto, creo haber
justificado porqué me preocupa lo que sucede en el profesorado (que es donde se supone que estas
docentes aprendieron Química).
CTS, ¿atrasa?
Antes que nada aclaro que el título de esta sección remite al primer episodio que mencioné en la
introducción, pero que en realidad cuando me refiero a CTS en la actualidad, podría también escribir
CTSA, uso de problemas sociocientíficos, o cualquier enfoque que implique enseñanza en contexto,
que me parece la manera en la que se deberían enseñar la Química y las demás disciplinas,
particularmente en la escuela secundaria.
Como mencioné al inicio del artículo, durante el 2021 fui contratada por una universidad extranjera
para proponer un nuevo plan de estudios para la Licenciatura en Docencia en Química de esa
universidad. Como esa propuesta ya fue presentada pero no publicada, a continuación retomo algunas
ideas que escribí para la misma.
La formación de las personas que ejercerán la profesión docente en todos los niveles educativos es
reconocida, en el campo de la didáctica, como uno de los factores esenciales para lograr una
enseñanza satisfactoria y, por lo tanto, un aprendizaje significativo por parte de la ciudadanía de las
cuestiones científico-tecnológicas (García Carmona, 2013; Solbes y col., 2018).
Esta formación implica variadas cuestiones, ya que según Pontes Pedrajas y col. (2013):
“la profesionalidad docente está relacionada con aspectos tales como el interés por la docencia, el
perfil profesional del profesorado, el desarrollo de competencias docentes, la visión de la educación
secundaria actual, los problemas profesionales del profesorado, el papel de la motivación en el
desarrollo profesional, la interpretación de los procesos de aprendizaje de la ciencia (las ideas de los
alumnos, los obstáculos cognitivos,…),el uso de estrategias innovadoras y métodos activos para la
educación científica (resolución de problemas, los trabajos prácticos de laboratorio, los mapas
conceptuales,…), el papel de los nuevos recursos educativos (sobre todo Internet y las simulaciones
por ordenador), la evaluación del aprendizaje, la iniciación a la investigación educativa, etc.” (Pontes
y col, 2013).
El objetivo de la educación científica es la formación general de la ciudadanía, que vive en un mundo
construido en parte por el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Esto implica que los y las docentes
deben prepararse para formar una ciudadanía capaz de tomar decisiones relacionadas con el manejo
y el control de la ciencia y la tecnología, tanto si van a ser profesionales que las desarrollan, como si
van usar las mismas.
Desde hace más de dos años, gran parte de la humanidad se ha enfrentado con una pandemia causada
por el virus COVID-19, que ha obligado a modificar la mayoría de las actividades. Especialmente el
sistema educativo se ha visto obligado a recurrir a la modalidad virtual para el dictado de las clases en
todos los niveles educativos.