El propósito de este artículo es presentar un marco de posible fundamentación didáctica para la
enseñanza de algunos elementos clave de epistemología (o filosofía de la ciencia) con valor formativo
a estudiantes de ciencias. Se trata de apuntalar la inclusión de la mirada “metacientífica” (es decir,
sobre la ciencia) dentro del marco específico del currículo de ciencias naturales (integradas, o
separadas en física, química, biología, etc.) en los distintos niveles educativos; en el artículo se pone
particular énfasis en el nivel secundario superior (estudiantes de 15 a 18 años).
La propuesta que aquí se expone intenta atender a los requerimientos impuestos por la actual línea
de investigación e innovación de la didáctica de las ciencias naturales que se conoce, a nivel
internacional, como “naturaleza de la ciencia” (usualmente abreviada como NOS, por las siglas del
inglés “nature of science”) (Romero-Maltrana y Duarte, 2022). El trabajo en esta línea se apoya sobre
la premisa de que es necesario enseñar a pensar sobre la ciencia como actividad y como producto con
el fin de promover el establecimiento de la reflexión metateórica crítica dentro del espacio propio de
las clases de ciencias naturales en la educación obligatoria y postobligatoria.
Aquí se expone, desarrolla y ejemplifica una manera de enseñar naturaleza de la ciencia a la que se
llamará “actividad metacientífica escolar”; ella consiste en que el estudiantado de ciencias naturales
aprenda a usar, con autonomía y solvencia, algunas ideas centrales de la epistemología del siglo XX
para pensar en torno a la ciencia como proceso (práctica social) y a los productos que se derivan de
esa práctica (principalmente, el conocimiento científico).
En primer lugar, se describe la propuesta teórica y sus fundamentos. Luego se señalan algunas
posibilidades y límites que tal propuesta supondría para una “didáctica de la NOS” basada en
proposiciones epistemológicas. Por último, se repasan algunas actividades didácticas diseñadas para
“aterrizar” este marco teórico, de modo de dar a los lectores una imagen del tipo de prácticas de aula
que se sugieren y que han venido siendo implementadas en distintos contextos (ver Adúriz-Bravo,
2002a, 2002b, 2004a, 2005, 2006, 2007a, 2007b, 2011, 2013b, 2014, 2015; Adúriz-Bravo e Izquierdo-
Aymerich, 2009; Adúriz-Bravo et al., 2002; Astudillo et al., 2018; Faria Berçot et al., 2021; Lozano et
al., 2020; Pujalte et al., 2018).
Enseñar epistemología en la escuela de manera intencionada, explícita y sostenida fuera del encuadre
provisto por el área curricular de filosofía constituye una propuesta reciente, muy osada y no exenta
de desafíos (Adúriz-Bravo, 2017, 2021). En los años ’90 del siglo pasado, en los países más
desarrollados se comenzó a incluir un nuevo componente de carácter “meta-” dentro de los
programas de ciencias naturales de primaria y secundaria; tal componente fue designado de diversas
maneras (ideas sobre la ciencia, introducción a las ciencias, pensamiento científico, metodología de la
ciencia, ciencia en contexto, etc.) en las distintas tradiciones curriculares, hasta que se estabilizó la
nomenclatura hoy ampliamente aceptada de “naturaleza de la ciencia”.
La prescripción de enseñar naturaleza de la ciencia junto con la física, la química y la biología escolares
llegó prontamente a la Argentina en el contexto de la gran reforma educativa de fines del siglo XX
(durante la presidencia de Carlos S. Menem). Se puede examinar, como ejemplo elocuente del
desarrollo que fueron tomando estas nuevas ideas, los núcleos de aprendizajes prioritarios (NAP) de
ciencias convenidos federalmente mientras fue Ministro de Educación Daniel Filmus, en los primeros